Please use this identifier to cite or link to this item:http://hdl.handle.net/20.500.12105/14362
Title
Mortalidad por causas esternas en España
Author(s)
Fernandez-Cuenca, Rafael ISCIII | Llacer Gil de Ramales, Alicia ISCIII | Lopez-Cuadrado, Teresa ISCIII | Gomez-Barroso, Diana ISCIII
Date issued
2014-04-20
Citation
Boletín Epidemiológico Semanal 2014 - Vol.22 Nº 6
Language
Español
Abstract
En España se producen unas 14.000 muertes anuales por causas externas. Según datos de Eurostat 1, en el trienio 2008-2010 España tenía en hombres las tasas ajustadas de mortalidad por causas externas más bajas de los países de la Unión Europea, incluidos los de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), y en mujeres sólo Grecia presentaba tasas más bajas.
La mortalidad mayor por estas causas se encontraba en Lituania, con unas tasas que para uno y otro
sexo cuadruplicaban a las españolas, seguida de Letonia y Estonia.
Al hablar de mortalidad por causas externas nos referimos a la que tiene su origen en accidentes,
violencia, acontecimientos ambientales, envenenamientos y otros efectos adversos, tal como se recoge
en el Capítulo XX de la décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y en
los códigos «E» de revisiones anteriores 2. Cuando se produce un fallecimiento que obedezca o se sospeche que pueda ser debido a alguna de estas situaciones, es preceptiva la intervención judicial y la práctica de autopsia medicolegal para
determinar la causa y circunstancias de la muerte 3, 4. El secretario judicial es el responsable, a partir
del informe forense, de cumplimentar el Boletín Estadístico de Defunción Judicial (BEDJ) 5 (hasta 2009 era el documento MNP-52), que es el documento con finalidad estadística a partir del que se selecciona
la causa básica de defunción que se codifica de acuerdo con la CIE vigente para la elaboración, por
parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), de la Estadística de Defunciones según la Causa de
Muerte 6. En estos casos se considera como causa básica de defunción el acontecimiento que origina
las lesiones que conducen a la muerte, siguiendo las normas de la Organización Mundial de la Salud.
Dentro de este grupo tenemos una variedad de causas que de acuerdo con la CIE se pueden
clasificar en intencionales (suicidio y homicidio), no intencionales (accidentes, ya sean de tráfico o de
cualquier otro tipo, incluyendo las causas de iatrogenia) y de intención indeterminada. Los accidentes
laborales mortales no se pueden diferenciar por la configuración de las CIE. Según las fuentes
específicas, la mortalidad por accidentes laborales de causa traumática vendría a suponer alrededor
de un 11% de todas las defunciones de causa externa no intencional en las edades productivas 7, 8. Las
causas de intención indeterminada en España supusieron en el período 2007-2011 solo un 0,6% de todas las externas, porcentaje muy inferior al de otros países. Así, en la unión europea, como media en el trienio 2008-2010 significaron el 5,1%, aunque con grandes variaciones, presentando los porcentajes más bajos los países mediterráneos, y los más altos los del este y, principalmente y a bastante distancia, Portugal (25%) 9. En algunos países, una mayoría de fallecimientos así clasificados responden a la sospecha de que pueda tratarse de algunas causas como homicidio y principalmente
suicidio, pero cuya intencionalidad no queda absolutamente clara.
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